jueves, 29 de abril de 2010

Sin embargo (final)


Pero ocurre, está sucediendo con todas las letras, es mejor de lo que hubiese podido imaginar, nos quitamos la ropa con urgencia, nos abrazamos desnudos acariciándonos y conociéndonos. Nos respiramos, nos vivimos, nos sorbemos. Qué bonito, cuanto hacía que no sentía de esta forma. La conexión es total, la química es total. Cuando todo acaba siento miedo ¿Cómo será el después? Tal vez sea de esos tíos que pasan de las tías al minuto de acabar. Error.
Permanecemos acostados descansando, me abraza protector, cariñoso, sin hablar. Sólo nos falta el cigarrillo pero ninguno de los dos fuma, así que aquí me encuentro, tumbada junto a un tío que me ha movido entera. Deberíamos hablar, pero no lo haremos hoy, que sea otro día. Me levanto lentamente y comienzo a vestirme, me mira con una expresión que no soy capaz de definir. Me acerco, le doy un gran beso húmedo y me voy. Camino lentamente hacia el coche preguntándome si de verdad pasó lo que pasó, o fue sólo un sueño.

miércoles, 28 de abril de 2010

Sin embargo...


¿Qué ocurre? He perdido mi capacidad de hablar, parece que él también. Esto es ridículo. Se acelera nuestra respiración y nos vamos acercando. Doy a mi cerebro la orden de detenerse pero no me obedece.  No soy yo, es otra la que está en mi lugar, hace lo que le da la gana.
Ya no quiero detenerme, nuestros rostros están separados por milímetros, finalmente me abandono, siento el contacto de su boca por primera vez y, joder, tiemblo entera, necesitamos estar a solas, quitarnos la ropa. Nos separamos por miedo a montar un espectáculo allí mismo, respiramos agitados. La pregunta está en el aire ¿Adónde ir?

-Hay un hotel a cinco minutos, dice.
-Vamos, digo.

Nos encontramos en la puerta de la habitación, todavía agitados. Me mira y pregunta si estoy segura. No respondo, sólo abro la puerta y entro, me sorprendo con mi audacia.
Lo que sucede ahí dentro pasa a ser uno de esos momentos que más tarde son añadidos a la lista de recuerdos favoritos, sin embargo, no debería suceder, ninguno de los dos es libre.


Continuará...

viernes, 23 de abril de 2010

Comprender



Al entrar la descubrí en la cama, quietecita debajo de las mantas, pendiente de mis gestos, de mi mirada. Me esperaba alegre y ansiosa como una niña. Imaginé su piel desnuda, su calor, y en un segundo me deslicé entre las sábanas buscándola feliz. Cuando abrió generosamente sus brazos para recibirme agradecí mi buena suerte, hundí mi cabeza en su pecho, respiré profundamente, amé ciegamente y luego sufrí, porque comprendí que la vida no es más que un absurdo escenario de alegrías y miserias.

sábado, 17 de abril de 2010

Será


Imagen: Gustavo Sorlino, grabados.

Y de tanto comprender ya no comprendo nada, y de tanto leer ya nada me sorprende, nada me conmueve, nada me llega. Será que ya no quiero más información, será que me he llenado de ella hasta el hartazgo, será que ya no creo en lo bueno, en lo que debería ser y no es ni será porque no te permiten que sea. ¿Será que ya no creo en nada? Será que me cansé de luchar contra el presente, siempre gana él. Tal vez sólo sea que hoy me encuentro triste, un estado de ánimo más entre todos los que componen mis días. Y lagrimita va, lagrimita viene, va acabando el día. Y pensamiento va, pensamiento viene, voy armando el puzzle. A veces estás rodeada de tanto y tienes tan poco, y cuando acaba el día suelo prometerme que las cosas cambiarán, suelo creérmelo para dormir mejor, y al despertar descubro mi mentira, al despertar descubro que ya no tengo fuerzas para hacer que cambien, en ese momento se acerca la temida resignación, se presenta ante mi muy confiada, sabe que esta ganando la partida, pero todavía no ha logrado la victoria.

lunes, 12 de abril de 2010

Luces



Y resulta que esa luz brilló muy poco, resulta que creí verla brillar con gran intensidad pero fue un espejismo. Brilló, sí, pero sólo por un fugaz momento, un gran momento, un momentazo, luego se apagó. Brillaba tanto que creí. Error, volví a equivocarme, debí suponer que no seguiría brillando, las luces no son tan amables, engañan, crees que siempre te ofrecerán toda su luz pero no, luego te la quitan para recordarte que no eres más que un tonto y crédulo soñador.

viernes, 9 de abril de 2010

Sincronizando ansiedades.


'A' echa de menos terriblemente a 'B', pero 'B' no lo sabe, se encuentra ocupado, muy entretenido inmerso en sus asuntos. 'A', sola en casa comienza a pensar cosas: 'No me llama, no me quiere tanto como dice. ¿Por qué no responde al mensaje que le envié? ¿Por qué no aparece? Sabe que lo necesito y le da igual'. 'A' comienza a sufrir imaginando todo tipo de situaciones inexistentes. Cuando una mujer echa de menos sufre, se agobia, lo siente en el cuerpo. Mientras tanto 'B' va acabando con sus asuntos y comienza a pensar en 'A', siente que la echa de menos, desea escuchar su voz, oler su perfume, acariciarla, marca su número ansioso, con ilusión. Cuando 'A' coge el teléfono, ya había experimentado varios estados de ánimo, su último razonamiento le dijo que 'B' era muy desconsiderado, no estaba pendiente de ella como ella lo estaba de él, y pensó que probablemente su relación amorosa duraría poco, ella necesitaba más. Cuando 'B' escuchó la voz de 'A', fría y distante, se sintió confuso, no comprendió las razones de esa especie de enfado que la invadía, colgó el teléfono sintiéndose culpable sin saber muy bien por qué.
Si puediésemos sincronizar nuestras repentinas ansiedades y necesidades con la persona amada las cosas serían diferentes, evitaríamos muchas confusiones y desencuentros emocionales, lástima..

sábado, 3 de abril de 2010

Sola.


Sola a su edad, no comprendía las razones, era una mujer atractiva y con cierta cultura ¿Por qué se encontraba sola? A veces lo prefería, no podía negarlo, la soledad no presenta batallas, es tranquila, aunque va chupando tu energía día tras día hasta dejarte seca. Horas muertas, la tele y eventualmente un libro como única compañía, joder, si continuaba así moriría sola como un zapato viejo. Recordó aquella película de la camarera, si, 'Frankie y Johnny', la soledad los unió pero de una forma algo patética, se identificaba perfectamente con la protagonista, así era su vida, así de triste, así de gris. Qué fácil resulta resignarse al destino, en cuestión de horas y por omisión de acciones, vas tejiendo un presente abúlico y triste. En definitiva no es más que eso: tomar decisiones, buenas o malas pero tomarlas, lamentablemente hay gente que no consigue hacerlo nunca..

jueves, 1 de abril de 2010

Agua salada


Buscó oteando el horizonte. Intentaba dejar atrás su enorme cantidad de sentimientos vividos, digeridos y superados. Ya basta, pensó, no quiero experimentar más sentimientos, los conozco todos, me planto aquí. Decidió cambiar de vida, la suya se encontraba muy usada, exprimida al máximo. Necesitaba mar, arena bajo sus pies, agua fría y salada, viento marítimo, sol, gente alegre, y bien dispuesta. Se compraría un chiringuito en la playa y lo atendería él mismo si fuese necesario, no necesitaba más que eso. Recibiría la calma con los brazos abiertos. Cuando la inevitable inquietud volviese a llamar a su puerta, haría un recuento de sus mejores recuerdos y así llegaría al final de sus días; aplicando la dinámica perfectamente aprendida a lo largo de  su vida, para crear días recordables.