Pero ocurre, está sucediendo con todas las letras, es mejor de lo que hubiese podido imaginar, nos quitamos la ropa con urgencia, nos abrazamos desnudos acariciándonos y conociéndonos. Nos respiramos, nos vivimos, nos sorbemos. Qué bonito, cuanto hacía que no sentía de esta forma. La conexión es total, la química es total. Cuando todo acaba siento miedo ¿Cómo será el después? Tal vez sea de esos tíos que pasan de las tías al minuto de acabar. Error.
Permanecemos acostados descansando, me abraza protector, cariñoso, sin hablar. Sólo nos falta el cigarrillo pero ninguno de los dos fuma, así que aquí me encuentro, tumbada junto a un tío que me ha movido entera. Deberíamos hablar, pero no lo haremos hoy, que sea otro día. Me levanto lentamente y comienzo a vestirme, me mira con una expresión que no soy capaz de definir. Me acerco, le doy un gran beso húmedo y me voy. Camino lentamente hacia el coche preguntándome si de verdad pasó lo que pasó, o fue sólo un sueño.