jueves, 30 de agosto de 2012

Ganas

No me ves, ya no
sin embargo algo me acaricia
con suavidad.
Son tus ganas aparcadas
en el cajón de los desaires.


domingo, 26 de agosto de 2012

Descomprender

Comprenderlo todo era agotador, necesitaba DEScomprender porque ese todo era un total despropósito. Acciones ejecutadas desde una razón alterada por exceso de vivencias. Imágenes y  sensaciones pasadas iban tras él. Las de hoy eran válidas pero mientras las pasadas conservasen su frescura no dejarían de perseguirlo. Se superponían. Todo resultaba más confuso de lo habitual. No supo definir el lugar exacto en el que se situaba como hombre. La apartó de su vida enfadado, incapaz de hacer otra cosa. En ese instante ella supo que sólo el tiempo podía poner las cosas en su sitio. No hubo despedida, se alejó de su vida consciente por fin de todo aquello que nunca deseó ver pero que ahora se manifestaba sin piedad  ante sus femeninos ojos. La sensación de desamparo se convirtió entonces para él en una compañía casi absoluta. La soportaría, existían peores castigos. Ella nunca sabría que necesitó modificar con urgencia su historia de vida para alejarla de su inverosímil tendencia a hacer daño, su falta de valores era algo ya asumido y no tenía intenciones de cambiar. Enorme, brillante prueba de amor. Quizás algún día, en la armonía de una nueva vida compartida con alguien menos afectado por pasadas heridas, fuese capaz de interpretar el verdadero e íntimo significado de sus actos. Albergar inútiles esperanzas continuaba siendo una costumbre poco saludable pero ella bien merecía ese pequeño esfuerzo.

sábado, 18 de agosto de 2012

Arriba

Desde otro lugar, desde arriba. Las horas vividas cumplieron su función. En el fondo tienes claro tu camino. Oteas el bien y vas tras él. Tu bien, el que te sirve. Sólo desaprueban los necios, aquellos que no comprenden el cambio. Tus carencias te definen, despiertan mi interés y me muevo a tu alrededor como un gatito desorientado. Mírame a la cara, no te preocupes, mi empatía permanecerá intacta mientras escupes tus interesantes y pasadas miserias. Las apuestas hay que respetarlas, todas. Más allá de ti y de tus miserias estoy yo. ¿Me ves?  Me instalé aquí porque me resultaba más cómodo. A veces prefiero participar pero otras sólo me sirve ocultarme tras el manto de la sencilla observación. En modo observación aprendo, en modo participación transmito. Disfruto de las dos como una niña con su muñeca favorita. Soy, doy, no pido, no quiero, no me des, sólo sé y déjame asistir.

viernes, 10 de agosto de 2012

Melones

Confirmó que enterrar a un vivo resultaba infinitamente más difícil que enterrar a un muerto. El vivo continuaba respirando, tenía el morro de vivir sin ella. Luego pensó que si se abandonaba a su propio cansancio podría seguir aplicando a su vida aquel refrán tan divertido, le encantaba: 'Andando el carro se acomodan los melones.' No era capaz de comprender las razones pero sus melones nunca acababan de acomodarse.