miércoles, 12 de febrero de 2014

Manos secas


Tengo las uñas limpias y
las manos secas.
Apenas soy consciente del agua que
pasa bajo el puente.
Su caudal permanece intacto,
nunca se agota.
Me apetece adoptar un gato,
siempre me gustaron.
Recibirá de mi parte
sólo una clase de cariño.
El único que no temo entregar
El que se otorga sin dosificar.
El que es recibido con gratitud,
alegría y verdaderas ansias.
El que no piensa.
El tierno, el fiel.
El que no entiende de mentiras.
El del impulso protector que consigue resultados
día tras día.
El que dibuja sin esfuerzo
el camino del apego.
Imagino mis manos secas sobre su lomo.
Sus bigotes haciéndome cosquillas.
Una sonrisa boba asoma decidida.
Ansío el amor de mi gato imaginario.
Algo me dice que será único.

sábado, 8 de febrero de 2014

Philip Seymour Hoffman ha muerto


Philip Seymour Hoffman ha muerto. He leído por ahí todo tipo de opiniones. En uno de los reportajes que leí ponía que notaron su ausencia cuando no acudió a recoger a sus hijos al colegio. Más allá de mi sensación de pérdida (era un actor al que admiraba), me pregunto: Puede un adicto a la heroína seguir ejerciendo como padre normalmente? Puede un hombre adicto, por muy actor que sea, seguir recogiendo a sus hijos en el colegio? Puede una madre atenta, no darse cuenta de que su marido, o su ex, no está en condiciones emocionales normales? Hoy, al ver las fotografías del funeral, he visto el dolor en sus rostros. También he visto a muchos actores conocidos desolados. ¿Nadie notó la decadencia de este hombre? La conclusión es obvia, estamos solos.