jueves, 8 de octubre de 2009

8 DE OCTUBRE.

Es un día diferente, un día en el que muchos nos hemos unido para hablar de algo en especial, la solidaridad. Hoy, más de 100 blogs hablaremos sobre ella, participaremos en esta iniciativa con lo que nos apetezca, un artículo, una opinión, relato, observación. En mi caso lo haré publicando un relato que escribí hace unos cuántos meses ya, así que algunos tal vez lo recuerden, expresa un poco lo que yo entiendo por solidaridad. Aquí lo dejo.


VEN CONMIGO.

De pie, esperando la luz verde del semáforo, la vi. La imagen golpeó mis sentidos. Inclinada sobre su bebé, intentaba cambiar su pañal manteniéndolo inmóvil sobre una enorme pila de periódicos que llegaba hasta su cintura, piel morena, rasgos indígenas, tres niños más a su alrededor, pequeñísimos, que se ofrecían para limpiar las lunas de los coches que se detenían en el semáforo, una imagen bastante frecuente en Buenos Aires, aún en los barrios más favorecidos. No pude evitar acercarme.


-Ven conmigo-dije
-Dame plata.
-No, ven conmigo.


Cogió a su bebé y me acompañó; entramos al super sorteando las miradas de desaprobación de la gente, eramos personas non gratas en aquel gran espacio lleno de comida y gente bien.

-Elige.
-¿Puedo?
-Puedes, pero contrólate.
-Si, gracias.


Eligió arroz, atún, pañales, agua, fruta, pasta, cepillos de dientes.. De vez en cuando me echaba una mirada para comprobar si le permitía continuar, estaba encantada, su mirada radiante, una leve sonrisa , y su bebé..una preciosa criatura de meses. Nos caímos bien, me gustó su criterio a la hora de elegir, eran cosas básicas y necesarias, nada de mariconadas que no alimentaban. Cuando salimos me dio las gracias, me costó despedirme, le cogí cariño en menos de quince minutos, así que tomé por costumbre llevar algo siempre conmigo y, cuando pasaba por el sitio donde se instalaba con los niños para trabajar (casi todos los días), se lo entregaba con un gesto cómplice, solía recibirlo con una sonrisa y un 'gracias señora'. Mi viaje llegaba a su fin, debía volver a Madrid, cuando me despedí, una lágrima se deslizó por su mejilla, y pensé que éste es un enorme y absurdo mundo que se dirige raudo hacia la autodestrucción. Quizá podamos volver a surgir de sus cenizas si intentamos, unidos, llevar a cabo los cambios necesarios para funcionar correctamente, mientras tanto, seguirá siendo un mundo de mierda para mucha, muchísima gente, nada podrá cambiar esa realidad, nada, nadie, nada, no hay políticos, no hay recursos, no hay acuerdos, no hay nada, estamos solos. Sólo importa el sentimiento, el impulso, el hoy, la sonrisa, la libertad, ya nada más importa.

36 comentarios:

WHO dijo...

SI TODOS QUISIÉRAMOS.......................TODO ESTE MUNDO INSOLIDARIO CAMBIARÍA EN POCOS LUSTROS, PERO EL PODER DEL DINERO NO LO PERMITIRÁ, NOS HEMOS ENVILECIDO HASTA TAL PUNTO QUE NO SÉ SI HABREMOS SOBREPASADO EL PUNTO DE RETORNO. ESPERO QUE NO, NUESTROS HIJOS NO SE LO MERECERÍAN.
UN BESO MUY FUERTE, WHO.

Gonzalo Vázquez Gabor dijo...

y otra lágrima se deslizó por una mejilla ...
Dios la bendiga sra y gracias

Dean dijo...

Fiel a tu estilo. Ha quedado muy claro tu mensaje, pero eso lo hacen muy pocos, las conciencias se alivian dejando unos centimos en la mano del mendigo, centimos que además le han sobrado. Qué fácil es dar de lo que nos sobra, pero que difícil es, ir más allá.
Un saludo.

Mcrow dijo...

Que lindo escrito Andrea.

Un beso grande

TORO SALVAJE dijo...

Cada vez para más gente el mundo es un lugar jodido.

Besos.

Larrey dijo...

Alimentaste tu conciencia y un par de días sus estómagos.

http://eltrasterodelaimaginacion.blogspot.com/

Paco Becerro dijo...

No me dio tiempo a buscar, redactar y demás, pero me solidarizo con esta iniciativa tan chula.

Precioso relato Andrea.
Me gusta mucho el final, solo eso importa, nada más, el ahora, la libertad.

En fin, un abrazo bien fuerte y solidario.

Anónimo dijo...

Qué bonito, niña.....este post no podía ser menos que el resto de los tuyos.

Anónimo dijo...

Hola Andrea, soy Peg, gracias por tu bienvenida a tu blog. Gracias por tus palabras. Te diría que no tengas miedo a mostrarte tal como eres, yo pienso que es lo más bonito que podemos dar, trasmitir nuestro sentir, aunque sí es cierto que la sociedad, la cultura y la educación, la mayoría de las veces es muy castrante. A mi es algo que me pesa mucho, cada vez más. Pero también te diré que estoy esperanzada en un cambio de conciencia en el hombre. De hecho, en algún sitio leí que el hombre actual es el paso intermedio entre el homo sapiens y el ser humano, estamos en continuo cambio, en plena evolución, y espero con ilusión ese salto evolutivo. Todo esto me lleva al tema del dia, la solidaridad. Pienso que, a veces, como he puesto en el blog de Jorge, basta con una sonrisa. Lo mejor de todo, es que siempre te viene de regreso. La solidaridad no deja de ser otra cara del amor, como el respeto y la tolerancia, valores que para mi son muy importantes. Creo que todo en la vida parte o bien del amor, o del miedo.
Si nos concienciamos en que todo lo que hacemos a otros, al fin y al cabo, nos lo hacemos a nosotros mismos, todo sería mucho más fácil, y sería la forma de dar este "gran salto evolutivo". Tomar conciencia, ¿entiendes porqué me llamó el nombre de tu blog?
Un beso y ánimo. Sigue mostrándote tal cual eres, realmente escribes muy, pero que muy bonito.
Peg.

LA CALLE VACÍA dijo...

Hola wapa, precioso relato, como siempre. Muchas veces he hecho lo que describes, lo malo que algunas veces me he sorprendido con un no, quiero dinero y no ha habido manera de cambiar su interés, otras me han echado en cara que les pagara un bocadillo y una bebida y después no les diera dinero. Una vez, cuando a una joven chica dominicana, que pasaba por mi negocio, le busqué un trabajo para que dejara la calle me dijo que ella ganaba más en un día en la calle que en el mes trabajando. Esos casos nunca me han parado a la hora de ayudar a quien creyera que lo necesitaba pero si me han hecho mirar con más atención a esas personas. Algunas veces escogen el camino más sencillo aunque no sea el más cómodo de recorrer.
Un besote wapa

jorge dijo...

Un bello ejemplo de solidaridad.

Tambien me fije en que las cosas que iba eligiendo eran de primera necesidad (me gusto que pensara en la higiene).

A veces lo que para nosotros es un gesto relativamente facil de hacer, para alguien es salvarle la cara a un dia.

Y no me refiero solo a la comida y demas, me refiero al gesto. Esa mujer se sintio comprendida, supo que no era invisible para alguien.
Seguro que eso le ayudo tanto como los regalos materiales.

Excelente aspirante a actriz (jejeje).

Fernán González dijo...

Hermosa historia, Andrea.

Cuánto más no podemos hacer por nuestros semejantes que no sea dar dinero.

Un abrazo.

Muchas gracias por hablarme de la iniciativa. En mi blog hoy también pienso en solidaridad y me voy a la calle dentro de un rato a intentar practicarla.

Sandra Gutiérrez Alvez dijo...

En verdad Andrea, es un relato hermoso, una historia hermosa. Te felicito.
Pero que en definitiva nos cuenta la cruel realidad de este mundo. Ojalá la palabra solidaridad fuera menos usada porque ya no fuera necesaria...

"por un mundo en paz...porque la paz encierra todo lo que el hombre necesita."
te dejo un beso.

MarianGardi dijo...

Andrea, el Mundo está tan mal repartido, ¿cuando dejará de estarlo?
Cuando todos tomemos conciencia de ello, con todo lo que tiramos en las sociedades de consumo disparatadas donde estamos sumergidas.
Un abrazo solidario

Walter Portilla dijo...

Hermoso gesto, Andrea. Tu corazón se abre y siente, cosa que muchos hemos olvidado. La vida pasa tan rápido, que a veces ni nos damos cuenta de que podemos hacer sonreír (sonrisa=felicidad) a alguien que está a nuestro lado. Me encantó tu experiencia y me gustó mucho cada detalle.
Un beso.

azul dijo...

Muy bonita entrada en este día tan especial ...

Un saludo

Anónimo dijo...

... solidariamente solidario ...

Anónimo dijo...

Me ha gustado leerte pero esos alimentos los deberia ganar ella y sentirse como una persona con derechos, el problema de fondo no se resuelve con esto solo son momentos de felicidad que se acaban

David Gómez Hidalgo dijo...

Precioso texto.
Pues a mí, supongo que como a muchos más, le ha pasado alguna vez la historia que cuentas. Sobre todo con borrachos o drogadíctos que te piden dinero y tu les dices que le compras un bocadillo y una bebida. Algunas veces aceptan.

Saludos.

tecla dijo...

No me gusta hablar de cuando he sido solidaria.
Intento siempre hacerlo a mi manera.
Me gustó tu texto.
tiene esa gracia que siempre le sabes imprimir a tus diálogos.

Un beso

Jose Antonio dijo...

Me voy hoy a gusto, contento y emocionado, muchas gracias y pronto os voy a tener juntos en el siguente post.

Un abrazo.

Agustin dijo...

Hola Andrea
Es verdad lo que dices, La envidia, la avaricia y el egoismo han hecho de este mundo una guerra de hienas. Y yo tengo en la cabeza que todo sería mejor y más sencillo si tan solo dieramos y pidieramos a los demas lo que deseamos para nosotros... y es poco, solo humildad y honradez. La solidaridad afloraria.
Un saludo

Diego Jurado dijo...

Leí y ahora vuelto a él, conmociona igual, más porque no tengo memoria.
Solidaridad. Un movimiento así, Solodarnosc, cambió un país. Por tanto...
Un beso.
Diego
P.S. No sabía bnada de esa actividad. Muy buena obra.

Andrea dijo...

Gracias a todos por los comentarios, he visto algunas opiniones que vale la pena comentar, como la de Santi por ejemplo, es verdad que te encuentras con personas que no valoran o no merecen nuestra solidaridad pero debemos pensar que ellos NO tienen la culpa de no haber podido estudiar o formarse para aprender los mínimos valores de convivencia en una sociedad, este absurdo sistema permite que unos puedan hacerlo y otros no, y eso está más allá de nuestro alcance, nos ha tocado vivir en un mundo plagado de injusticias, pero todavía hay personas que encuentran placer y alegría ayudando a otras, es una esperanza creo, una luz en este oscuro mundo, he leído muchos posts el día de hoy, todos me han dejado algo, ha sido muy emotivo.
Peg, me encantó volver a leerte, yo también espero ese salto evolutivo, hay cosas que deberían haber cambiado ya, comparto plenamente tus palabras sobre la solidaridad y gracias por visitarme, tu casa es mi casa.
Azul, sentimientos, larrey, Agustín, bienvenidos, me encanta recibirlos por primera vez.
A los demás, amigos de siempre, muchas gracias, me falta tiempo para visitar y comentar a todos pero estoy, estoy. Un beso enorme!

Anónimo dijo...

Maravillosa aportación para el día de ayer. Gracias por estar ahí y sumar uno más.

Capitán Clostridium dijo...

¿Cómo podría faltar yo a esta cita solidaria?

La caridad bien entendida deriva en solidaridad, como bien nos has relatado.

Yo también he sido solidario, Andrea, pero a mi forma.

Inés dijo...

Andrea, el amor y la bondad son maravillosos y empiezan por uno mismo, me ha encantado leer tu relato, es impresionante de verdad.
Si cada uno de nosotros se empatizase y sensibilizara con la realidad y con el sufrimiento de las personas que nos rodean, el mundo sería cada día mejor.

Me quedo con tu última frase:
"Sólo importa el sentimiento, el impulso, el hoy, la sonrisa, la libertad, ya nada más importa."

Las cosas que salen del corazón son espontaneas y desinteresadas.

Un beso enorme Andrea. TqM.

Anónimo dijo...

y miré su rostro sereno...
valiente el dolor soporta
mas cualquier afan verdadero
la vida lo cubre con hielo.

pasaba a su lado el desprecio
como daga heria su alma
la ayuda que siempre pedia
iracundas respuestas le entregaba

quito un niño su tristeza
su calida mano le acaricia
no siempre el dinero necesitas
para pintar al mundo de sonrisas

un abrazo

Sobek

Nelson dijo...

Tu relato realmente me ha tocado en corazón, momentos que iluminan el añma, que le cantan a la esperanza... y tu protagonista de uno de ellos.. sencillamente hermoso. Te felicito. Un afectuoso abrazo.

Nelson dijo...

Y por supuesto, tienes mi voto en los Bitacoras... Mas que merecido : )

Jorge Ángel Aussel dijo...

Me abrí gustado saberlo antes y hablar también de ella. Quizá pronto, aunque a destiempo, escriba algún relato como acostumbro, esta vez referente a la solidaridad.

José Luis López Recio dijo...

Es una entrada opreciosa. Tienes un gusto exquisito cpn la palabras.
UN abrazo

ulises dijo...

¿Hay algo de cierto en este relato?
Porque si no, es una historia muy triste.
Me da pena que haya tanta pobreza y tanta riqueza a la vez.

Un beso

Blanca Miosi dijo...

Precioso relato y preciosos sentimientos. Lástima que la realidad sea otra.

Una indígena con tres niños... ¿responsabilidades?

La ignorancia sólo pueden combatirla los gobiernos. Tienen el poder.

Pharpe dijo...

Muy buena historia solidaria y la verdad realmente bonita.

Como dijé en mi entrada solidaria, hay que ser solidarios con uno mismo y lo que nos rodea. Besos

yomisma dijo...

Andrea, si hay personas como tú, con un corazón tan lleno de hermosos sentimientos y que realizan esas acciones solidarias hacia los demás entonces no estamos solos, aún hay esperanza de que las cosas puedan cambiar.
Gracias por tu ejemplo.
Un beso