martes, 7 de diciembre de 2010

Duros


Y los que intentan ir de duros tienen ese punto de ternura cuando adviertes en sus ojos todo el peso de la duda, del abatimiento, grandes acumuladores de frustraciones, evitan expresarse por cansancio prefiriendo un silencio que no alivia, más bien todo lo contrario. Y resulta que la fe desaparece rápidamente, la esperanza se desmorona con motivo, basta una mirada, una palabra no dicha a tiempo, un mal gesto, un no cuidar al otro, de pronto lo ves claro y te invade un cruel ramalazo de ira al pensar en tu absurda candidez en este turbio y desangelado mundo. Sonríes disfrutando de tu soledad, arropándote en ella y descubriendo finalmente que a veces, es la mejor compañía.

7 comentarios:

Juan de la Cruz Olariaga dijo...

Hola...me pregunto y te pregunto, es tan así ? segura que lo és ?
Yo no estoy muy convencido, pero bueno, son formas de pensar. Un gusto leerte, hasta para disentir.

Un beso grande, sabés que siento un gran cariño por vos.

Juan

Yuria dijo...

Los he visto duros, unos porque sí, otros por necesidad. Pero también los veo, o lo veo, tierno.
Sigue buscando.
Un beso.

revista digital literaria dijo...

Nos encanta encontrar escritoras como tú.

Anónimo dijo...

Simple y dulce. Estoy pensando en empezar otro blog o cinco muy pronto, y definitivamente voy a considerar este tema. Mantenga 'em coming!

Anónimo dijo...

blandia su arma contra la soledad
obtenida de la cruel dureza,
mas el abrigo de un corazon abierto
pudo eliminar la tristeza.

un abrazo

SobeK

Anónimo dijo...

¿Sabes? Me ha encantado este post.

Andres dijo...

sin dudas que la soledad, a veces, es la mejor compañia