lunes, 16 de noviembre de 2009

Un cuento.




Comencé escribiendo cuentos para niños, tengo doce guardados y algo olvidados. El protagonista de todos ellos es Guille, un niño corriente que intenta crecer de forma divertida, dueño de un gran corazón. Este es uno de los que más me gusta, para niños muy pequeños (de tres a cinco aprox.) Hoy tengo un día infantil :) Aquí lo dejo.


'Era tarde, Guille se encontraba durmiendo cuando de pronto su padre lo despertó. Le ordenó que se vistiese deprisa ya que debían llevar al hospital a su hermana Alejandra, tenía mucha fiebre y estaban preocupados por ella. Así que se vistió rápidamente y se dirigieron todos juntos al hospital.
Al llegar, un médico se presentó de inmediato para atender a Alejandra que estaba muy colorada y tosía mucho.
Entraron en la consulta, Guille no sabía cuánto tardarían así que decidió dar una vuelta por el hospital. Se metió en el ascensor y subió a la planta superior. Al salir se encontró con un pasillo largo con varias puertas cerradas, sólo una se encontraba abierta, había una luz encendida. Se acercó (siempre fue muy curioso) y se asomó, descubrió a un niño mas o menos de su edad en una cama, jugando con un par de cochecitos. El niño lo vio casi al mismo tiempo, lo estudió algo sorprendido y preguntó:

-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?
-Hola..Me llamo Guille y vine al hospital acompañando a mi hermana porque tiene mucha fiebre. ¿No deberías estar durmiendo a estas horas?
-Si, pero no puedo hacerlo, no tengo sueño. Pasa, cuéntame cosas..
-Vale, pero sólo un momento porque mis padres no saben donde estoy. ¿Por qué duermes aquí?
¿No tienes casa?
-¡Oh si! Claro que tengo, pero estoy enfermo y debo quedarme unos días aquí para hacerme unas pruebas.
-Y..¿qué es lo que tienes?
-No se muy bien como se llama la enfermedad, el caso es que no puedo correr ni saltar, porque me agito mucho y luego me encuentro fatal, un rollo.
-Jo. Qué rabia no poder correr ¿no?
-Bueno, ya casi me acostumbré, mi madre dice que hay muchas personas como yo, que debemos resignarnos. Debo llevar siempre conmigo este cacharrito (se lo enseñó) por si me da uno de mis ataques.
-Ah. ¿Y qué ocurre si te da?
-Bueno..me pongo un poco morado y me cuesta mucho respirar.
-¡Madre mía! Pobrecillo..
-¡Bah! No es para tanto. ¿Sabes? En este hospital hay muchos niños que se encuentran mucho peor que yo.
-¿En serio?
-Si, y hay algunos a los que nadie viene nunca a visitar. Ellos sí que lo pasan mal. ¡Oye! Te propongo una cosa, dijo de pronto muy entusiasmado.
-¿Qué?
-¿Por qué no vienes de vez en cuando a verlos? Yo lo hago, y algunos de ellos son mis amigos. Cuando me voy a casa siempre me acuerdo de venir al menos una vez al mes a visitarlos. Me trae mi madre. Podríamos venir juntos.
-Tendría que preguntar a mis padres, dijo Guille.
-Pues hazlo, si.
-Vale ¿Cómo te llamas?
-Raúl.
-Muy bien Raúl, lo haré. Ahora debo irme o se preocuparán.
-Adiós Guille.
-Adiós.

Cuando bajó a buscar a sus padres, éstos ya habían salido de la consulta y Alejandra tenía mejor aspecto. Se trataba de una fuerte gripe, debía guardar cama unos días y beber un jarabe que estaba muy bueno. De camino a casa, Guille contó a sus padres su aventura. Cómo había conocido a Raúl y su propuesta. Decidieron que lo llevarían al hospital el sábado a verlo, así ellos también lo conocerían y podrían quedar con él para, una vez al mes, visitar a los niños enfermos.
Así lo hicieron. Raúl y Guille se reunían un Domingo al mes en el hospital, visitaban y animaban a esos niños que se encontraban enfermos y solos en el mundo. Sus pálidas caritas se llenaban de alegría al verlos. Merendaban, jugaban y hablaban de sus cosas. Guille se sentía muy feliz, nunca había tenido tantos amigos..'

22 comentarios:

Ana dijo...

Precioso Andrea...Me ha encantado.

Muchos besitos guapa.

TORO SALVAJE dijo...

Muy tierno y muy bonito.
Bien escrito.

Besos.

Paco Becerro dijo...

Tanta ternura en este cuento, como realismo en tus historias.

Me encanta tu forma de escribir.

Anónimo dijo...

Pero qué polifacética eres, mi niña!!!

Ramón María dijo...

Siempre sorprendiendome, amiga mia.


Muxus

Soy-yo-mara dijo...

Siempre me gusto escribir cuentos para mis hijas...pero mi imaginacion no es tan prolifera como la tuya.Que envidia......

Muy bonito Andrea,se lo leere a mi pequeñina

alma dijo...

Jo, Andrea, que bonito! Es un cuento muy tierno. Me gusta Guille...

Un besote

ulises dijo...

Este tipo de cuentos inculca valores a los niños y hace que los padres recuerden los suyos.
Un beso

Anónimo dijo...

Me recordaste a aquella película maravillosa... "Patch Adams"... una peli que me ha hecho llorar cada vez que la he visto.

Besos.

Dean dijo...

Me gustaría que este cuento se hiciese realidad en muchos niños, el cuento tiene una moraleja enorme.
Un saludo.

Fernán González dijo...

Deberías juntar esos cuentos y publicarlos. Hace falta buena literatura infantil.
Un abrazo de compañero blogger.

jorge dijo...

Esta bien encarar todas las posibilidades de la escritura.

Bueno seria que se educara a los "enanos" en la solidaridad.

Un niño como el de tu cuento, puede ser el adulto que se separa civilizadamente (sin olvidar lo importante que fue su pareja para él) y que en la sesentena se encama con su compañera de viaje.

La vida con los ojos de Andrea.

HUMO dijo...

Pero que bonito! Se lo contaré a mi niño mas adelante, es que apenas tiene dos añitos!

gracias por tu visita, una alegría conocerte a traves de tu bello espacio.

Cariños!

=) HUMO

Andrea dijo...

jaja Jorge me encanta cómo has unido las tres historias, es muy estimulante, gracias por entender la forma en que veo la vida, un beso enorme. :)

Andrea dijo...

Gracias a todos por los comentarios, es un cuento para niños muy pequeños, en cada uno de los doce que llevo escritos intenté tocar valores como el compartir, acompañar, tolerar, ayudar, etc A esa edad es importante hacer hincapié en ellos. Me gustó mucho escribirlos a pesar de no ser mi fuerte, asi que vuelvo a agradecer el que hayan sabido apreciarlo. Un abrazo enorme!

JJ dijo...

Me has hecho sentirmr como un niño.
¡GRACIAS!

Un abrazo, Andrea

Sergio dijo...

Pues me ha gustado mucho. Y me ha recordado mis propios esfuerzos con mi sobrina para hacerle llegar algo interesante, algo para niños pero no estúpido. Tu esfuerzo ha tenido resultados excelentes. Felicidades.

AnDRóMeDa dijo...

Lindo, mi niña.
Realmente bello y con mucha razón. Además de ser un relato infantil es una enseñanza para los adultos, no? Un besote enorme para ti y como siempre, te sigo ;)

WHO dijo...

Precioso, espero que algún día los compiles y los disfrutemos todos.
Un beso, Who.

Clara dijo...

Guille nos llega muy dentro.

BS

Ruth Carlino dijo...

Bonito cuento sobre la amistad, infundiendo valores, algo que no dejemos de hacer, y el cuento es una de las mejores herramientas pedagógicas junto con el juego.

Besos Andrea

Mcrow dijo...

A mi me gustó mucho.

Es otra faceta tuya que no conocía.

¡Enhorabuena!