sábado, 7 de julio de 2012

Rojo

Se detuvo, me esperó.
No supe decidir.
No quise.
Aborté aquel momento
de mi confuso cerebro.
Me marché.
Anduve y anduve.
Ante un semáforo en rojo,
conseguí disfrutar por fin
de mi nuevo chip.


2 comentarios:

Manolo Blog dijo...

A veces se cruzan caminos con el nuestro... Y aunque por momentos coincidan, cada uno tiene su propio destino...

Rober dijo...

Andando y andando. En eso consiste esto que llaman vida. Encantado.