viernes, 4 de septiembre de 2009

Caprichos

Me gusta someterte a mis caprichos, saber que logro lo que quiero cuando lo pido o lo deseo. Me encanta comprobar que has asumido mi poder y te dejas manejar sabiéndote su prisionero. Una cremallera bajando suavemente logra transformar tu enfado en deseo. Me conoces y me aceptas, me provocas y me acechas. Vete, estoy cansada y agobiada. No lo haces, insistes hasta hartarme. No hables más ¿No comprendes que me irritas? Espalda con espalda, intento dormir sin conseguirlo, tu pierna se instala sobre mi, tu brazo me rodea insistente. Basta, quiero paz. Imposible, acabo sucumbiendo. Un raro mecanismo me hace cambiar, ya no hay irritación, ahora comienza el deseo. Dame lo que quiero, así no, espera, mejor así.

24 comentarios:

Who dijo...

Que buenos estos momentos que nos hacen sentirnos vivos, a pesar de que mientras ocurren vivimos sufriendo............así es la vida de contradictoria.
Besos, Who.

CLICK CLICK... dijo...

Ah pero qué rico se siente cuando parece que quien domina es la otra persona ;-)

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

"Apaga la luz
jazmín y clavel
tus brazos en cruz
sueñan con mi piel..." Charles Aznavour.
Me ha recordado esta canción. No he podido evitarlo. Siempre me hizo gracia.
Que te aproveche, Ja, ja,
Besos

Dean dijo...

Caprichosa si que eres, pero quién puede resistirse a cumplir tus caprichos?.
Un saludo.

AnDRóMeDa dijo...

Batalla entre sábanas... no precisamente la batalla del amor sino que la del dominio, del control, la de la rutina y el hostigamiento... un aplauso para ti, amiga. Es uno de los relatos más honestos que he leído de una realidad que quizás se repite en muchas vidas sin admitirlo.
Un beso y cuidate mucho ;)

TORO SALVAJE dijo...

Caprichos constantemente.
Mientras que se acepten no hay problema.

Besos.

Emilio dijo...

¡Ay, mi caprichosa niña!

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Jjajajjaja, mala!!!!! Y a quién no le gusta que se sometan a los caprichos propios? decir que no sería mentir.....

José Angel dijo...

Hola, me ha resultado muy curioso tu relato. Está lleno de sugerencias. Hay una pugna y un deseo. Y sobre todo hay una voluntad, la tuya: quizás tiene mucho que ver con la cabecera de tu blog.
Me alegra haberte encontrado.
Saludos.

Capitán Clostridium dijo...

Breve, concisa, y caprichosa.
Los enfados de espaldas con espaldas me suenan...

Sergio dijo...

Pues si el otro ha asumido tu poder no hay problema. Parece que os repartís bien las formas de disfrutar y hay cierta democracia conyugal. Y qué mérito lo de hacer magia con el enfado y transformarlo en deseo. Saludos.

TitoCarlos dijo...

No se si consigues lo que quieres o haces que tu compi quiera conseguir lo mismo que tú.
Final feliz, al fin y al cabo...

Amaya Martín dijo...

Tremendamente sensual! erotismo puro.
Esclavos del deseo, prisioneros de la pasión, sin encontrar otra salida que no pase por el camino de la entrega en el amor y el fuego.

Besos mil, Andrea

Fernán González dijo...

Si no fuera así, qué aburrida a veces sería la vida de pareja.
Buen fin de semana, Andrea y todos los comentaristas.

Isabel de León dijo...

Jajaja!!!q bueno q se cumplan los deseos...a mi tb m encanta!!jajaja

Saludos de la chica caprichosa.

Troloró dijo...

Te envidio en parte
No se por qué, yo no soy reticente ni un instante XD
Un beso

Mcrow dijo...

¡Excelente! Ahora entiendo más porque te agradó la Generala ;oP

Azpeitia poeta y escritor dijo...

La sinceridad es así, a veces duele al que la oye, otras lo irrita, pocas es aceptada en toda su dimensión...y tú pareces enormemente sincera...enhorabuena por tu valentía, en un mundo donde miente hasta el presidente del gobierno...enhorabuena por tu blog...un abrazo de azpeitia

Anónimo dijo...

El amor debe ser sinónimo de libertad. De no se así, se convierte en condena. Un abrazo.

Deprisa dijo...

Todos tenemos caprichos pero en una pareja hay que saber aceptar los dos puntos de vista, los extremos nunca son buenos.

Y no hay que hacer siempre lo que quiera uno, también hay que ceder a veces porque sino la cosa no funciona.

Un saludo.

jorge dijo...

A mi me hubieras convencido seguro.

Vaaaaale, soy un hombre facil.

Pero debo reconocer que si me dicen no, no insisto... casi nunca.

Ivan Lukman dijo...

Caprichos
de nene pequeño
eso son los celosos.
no saber compartirte
no dejar que se vaya
con otros.
la quiero en mi mesa de luz
por siempre

Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un calido beso

Vergónides de Coock dijo...

Wow que bien escribes para tanta mediocridad que se encuentra en la blogsfera. Suerte.
PD: Estaré volviendo.

Inés dijo...

Andrea, me gustó mucho el relato.
Yo también soy caprichosa ;)

besos,