jueves, 23 de junio de 2011

Espejismo

Condenada a desear eternamente, imaginó otra vida. Durante una maravillosa hora fue inmensamente feliz en ella. La dosis de felicidad fortaleció su cuerpo y su alma. Volvió a sonreír adorando su espejismo.

3 comentarios:

carmen jiménez dijo...

De horas así es de donde se saca la fuerza necesaria cuando nos falta el aliento.
Siempre me gusta tu sintonía.
Un besito.

Mixha Zizek dijo...

A veces me siento como tu historia, excelente realto!

Anónimo dijo...

Hay demasiadas ideas alrededor de tu escrito, yo me quede con la mejor, una muy personal. Cada quien tiene la suya.