Nubes sin voz abrazan mi calma.
Descubro que si digo te quiero
se evapora un porcentaje importante
de sustancia vital.
Prefiero quererte entonces en silencio.
Dejaré el habla para momentos únicos.
Mi verbo será un dardo envenenado
con la más pura y blanca esencia;
justo la que necesitas para permanecer
ciego e irracionalmente loco de amor.
martes, 14 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Hermosas letras se pasean por tu espacio y entonces, cuando las leemos, todos somos conscientes.
Un abrazo desde Barranquilla, Colombia e invitación cordial a mi Galería para que nos tomemos un café con letras.
Publicar un comentario