viernes, 3 de febrero de 2012

Luego

Me someto sin pudor, humilde, a tus ansias implacables. Agradezco mi papel, dulce y esperado. No se admiten juicios. Tú y yo, solos, en la intimidad de mis secretos compartidos. Dejo a un lado los escrúpulos, resulta fácil cuando te diriges bien acompañada hacia el núcleo del no me importa. Se está muy bien allí, sobra calidez, arden las miradas, todo se permite, nada altera nuestras calmas. Luego, a solas, con el sabor del momentazo aún latiendo en los poros y en los labios, me recompongo y continúo, a pesar de ti, y del mundo.

1 comentario:

coco dijo...

Es complicadísimo recomponerse, y cuando el superglú no sirve para mucho, descubres que algunas canciones sí. Molas.