martes, 27 de diciembre de 2011

Hechizo

Dedicó demasiadas horas a la nada, la nada solía pasar factura con los años. Convirtió la espera en arte y comenzó a disfrutarla. El reino del absurdo se encontraba lleno, para qué engrosar sus filas. El rebaño tiró de ella pero de alguna forma se las arregló para mantenerse fuera, donde el aire y las experiencias conseguían mantener su dosis de originalidad. Cargaba su temor a cuestas y amaba, porque comprendió que si lo hacía el miedo era menor. Esgrimía su autenticidad como una espada y sonreía, porque comprendió que la sonrisa otorgaba una gota de coherencia a sus impulsos. Transgredía una y otra vez con alegría porque sí; su mirada hechizaba más cuando rozaba la libertad.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Una vez

Una vez creí ver un ángel,
se desvaneció enseguida.
Una vez creí ser una mujer fuerte,
no lo era.
Una vez creí ser feliz, 
nada, un espejismo más.
Una vez tuve un hijo,
creí ver el cielo más cercano,
mi mirada se hizo adulta.
Minúsculo y poderoso,
atesoré con orgullo mi sacrificio
y mi conducta.
Hoy ya nada se desvanece.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Flechas

Iba cada día, nada la detenía. Golpeaba a la puerta y temblaba consumida por la ansiedad. Necesitaba verlo. Su madre solía abrir con la mirada cargada de compasión, primera flecha, directa al pecho. Se dirigía hacia la segunda casi corriendo, cada peldaño una montaña, llegaba a la cima sin respiración ni cordura. Se acercaba lentamente a la cama para observarlo dormir unos minutos, un pequeño e íntimo regalo personal. Lo despertaba con una caricia, susurraba siempre las mismas palabras: 'vuelve a quererme, por favor'. La segunda flecha entraba directa, letal, al comprobar que no lo conseguiría, no hacían falta las palabras, sus ojos no mentían: 'Resígnate cariño, por favor, no vuelvas, no sigas'. Afortunadamente también decían que a pesar de todo sería comprendida si regresaba, así que..