lunes, 28 de abril de 2014

Tal vez mañana


En ocasiones se me cierra la garganta, se me olvida respirar y me voy quedando sin aire. Tras unos segundos me obligo a inspirar. Me digo que estoy maltratando a mi pulmones. La noche está muy negra. La madrugada y yo nunca nos hemos llevado bien, escucho los latidos de mi corazón y noto mi pulso en demasía en el silencio de la noche. No son sensaciones agradables. Hubo un tiempo en que sonreía más pero acabó. Todo acaba, siempre. Me falta algo pero no consigo encontrarlo, se perdió en algún punto del camino. No soy la misma. Todo me va importando menos, todo me va quedando grande. Menos mal que hay días diferentes. Días en los que sacas fuerzas de la nada y te metes el mundo en el bolsillo. Tal vez mañana.

sábado, 19 de abril de 2014

Se puede


Aquí sólo entran los buenos con carácter, los bienvividos. Los que saben luchar y justo por eso, no mienten. Saben disfrutar. Aquí entran los que casi no necesitan palabras porque saben leerme y sostener mi mirada. En mi casa no, claro que no. Esta puerta no se abre. Está bloqueada. Ya no hay bondad ni confianza que valga. Mi espacio es sagrado, mi alegría es mía. Mientras tanto hay suficientes motivos para abrir los ojos cada mañana. El sol, el color y la fragancia de toneladas de aire puro rodeando mi persona, por ejemplo. Mariposas y luciérnagas me susurran al oído que soy única, aunque a veces no lo sea. Que sé llegar lejos aunque a veces me lo impidan. Que hago siempre lo que quiero porque soy capaz de instrumentar mi libertad a mi manera. Mi vida es mía. Los que pretenden dirigir mis pasos se equivocan. Conseguirán poco, apenas unas migajas de atención. Y si alguna vez llego a caer, sabré incorporarme y continuar. Lo hice siempre. No hay mayor secreto ni fórmulas ocultas, se hace o no se hace. Se puede.