jueves, 30 de junio de 2011

Alarma

Mantuvo los ojos firmemente cerrrados, no dejaría que su fantasía escapase, era demasiado buena. Dos hermosos hombres la esperaban, se entregaba a ellos sin más. Se detuvo en los detalles, no se miraban entre sí, la observaban a ella. La espera se hizo insoportable, piel y más piel rebosando ansias. Acercaban sus manos a su cuerpo para rozarla y retirarlas sin tocarla apenas, un punto de crueldad que la enloqueció de deseo. Suplicó, increpó, ordenó, hasta que por fin cuatro lujuriosas manos la transportaron a otro mundo. Permaneció allí hasta que la absurda alarma del móvil le recordó su cita con el pediatra.

2 comentarios:

Manolo Blog dijo...

Placeres triangulares que multiplican los deseos...

Lástima que la chispa de estos últimos haya saltado en un lugar y en un tiempo ¿inapropiados...?

Mixha Zizek dijo...

Me gusta esta micro, excelente!!