Curioso el camino, sueños y ansias me elevan, adoro mi desatino, seguiré tu estela aunque me pierda. Tus brazos me esperan ¿Echarme atrás? Ni pensarlo puedo, ni soñarlo, considerarlo jamás. El universo se empeña en separarnos, qué mas da. Tú en mi, en mi, como siempre, haz de mi cuerpo una fuente y habrá recompensa. Minutos, horas intensas, valen una vida entera. No más horas vacías. Llénalas amor, llénalas ahora, es pecado esperar, mañana será otra vida, no vivirás en mi, como hoy, sin control y sin medida.
viernes, 12 de noviembre de 2010
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8 comentarios:
Seguramente sin esos minutos, sin esas horas, sin ese desatino, sin esa valentía, no habría vida.
Un beso mi Andrea querida.
Un día a veces puede explicar toda la vida.
¿Qué daría por un día?.
Bss
Un texto, Andrea, lleno de una gran carga poética, de fuerza y de emotividad.
Sigue estela, que te llevará, sin duda, a la mejor de las perdiciones.
Un fuerte abrazo.
Uff!! Andrea!
Minutos, horas intensas, valen una vida entera, no más horas vacías, llénalas amor...
Que se llenen!!!
Besos
Andrea, qué tal.
"Minutos, horas intensas, valen una vida entera,...", no sé. No estoy tan segura.
Con cariño.
Estaba buscando informacion de este tema, gracias.
Vivir, cada uno le entrega el valor que quiere y juega su vida como mejor parezca...pero en este texto recuerdo, que los caminos de la vida, son los que yo llamo, Caminos de Otoño, ni bien los barrés, seguramente volverán a cubrirse con hojas secas, (al buen entendedor pocas palabras). Por lo tanto la mejor manera de salir de un camino, sin dudarlo es tomar el perpendicular.
Un cariño rubia.
Juan
Pues si, siempre hacia adelante, no hay que volver ni para tomar impulso y menos cuando se trata de algo que realemente vale la pena.
Un saludo.
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