Hoy prefiero el silencio, prefiero la calma, prefiero hundirme hasta el fondo en esa gran inmensidad, quien sabe, quizá alguien consiga llegar hasta mi para ofrecerme su mano. Si así fuera me aferraría a ella con fuerza para darle un voto de confianza a la esperanza. Aunque no demasiada claro, la esperanza la fabricamos sobre la marcha cuando la necesitamos, pero no siempre acude a rescatarnos. Tal vez este potente sol logre calentar mi alma, tiene frío y desea permanecer sola, habrá que respetarla. Ya me encargaré yo de animarla para que vuelva a sonreír.
martes, 10 de agosto de 2010
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7 comentarios:
mi mano está ahora en el mar, pero tuya es en cuanto sea posible :)
Me alegra volver a leerte.
Mis manos son las tuyas.
Besos mil.
Andrea: La esperanza es el tiempo intermedio que pasa hasta que nos damos cuenta de nuestro fracaso...Sin embargo no quiero ofrecerte mi negatividad, puesto que las vidas son parte luz y parte sombra...Abrazos frescos on the rocks por la canícula veraniega
Bello y bella :)
Besote!
=) HUMO
La esperanza... qué cosa tan sólida y abstracta al mismo tiempo. :-) ¿Qué somos sin ella? Nada. Un saludo.
El silencio mi mejor compañía..
Que gusto es volver a leerte..
Espero ponerme al día ..
Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos de siempre..
8
Nada que hacer cuando la soledad
te muerde la nuca, verdad?
El amor es el más duro juez.
No admite testigos.
El poseso no tiene salvación,
podría sonreír
llorar
ir a nuevos sitios
pensar que allí no hay fantasmas
pero se engañaría.
Tarde se comprende que en el amor
algunos juegos no deben ser iniciados.
Demasiado fraseo,
itinerarios no sostenibles,
bofetadas irreparables que pasman la aurora.
¿Será posible otra realidad distinta
de estos azotes?
anuar iván.
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