sábado, 26 de junio de 2010

Silencios


- Dime tu nombre.
- ¿Para qué?
- Pues, para dirigirme a ti.
- No me apetece.
- Y qué te apetece.
- Guardar silencio.
- Ok, no hablemos entonces.
- Vale, pero podrías mirarme, hablarme con los ojos.
- No sé si sabré hacerlo.
- Venga, lo harás muy bien.

(Medio minuto de intensas miradas)

- Para, estoy a punto de derretirme.
- ¿Lo hago bien?
- ¿Bien? Has nacido para esto.
- Es el momento del beso ¿No crees?
- Sí, el beso pero...
- ¿Pero?
- Soy muy enamoradiza, tal vez no sea prudente.
- Me arriesgo.
- Ni siquiera sabes mi nombre.
- Me invento uno.

Se lo inventó, me besó y me llamo así hasta el final de nuestros días.

miércoles, 23 de junio de 2010

Familias




Y resulta que de pronto te levantas eufórica sin saber muy bien por qué. Encuentras un momento y te lanzas a escribir sin poder evitarlo. En la calle un sol espléndido y bastante calor, en casa mi portátil y yo intentando ser amigos. Esta semana me sentí particularmente sensible, mi familia se dedicó a publicar fotos familiares antiguas en facebook y el pasado me atacó por la espalda coño. Me sentí feliz pero también la más desgraciada. Fui consciente de mi lejanía, de mi poca participación, de todo lo que he perdido y ya no volverá, de la falta de mis padres, de las historias de vida desconocidas de mi gente, sangre de mi sangre con la que no me relaciono hace años por cuestiones ajenas a nuestra generación, nos separaron absurdas rencillas entre nuestros padres, y ahora, increíblemente y después de años, una red social está acercándonos y yo, agradablemente sorprendida contemplo este acercamiento deseando que se prolongue en el tiempo. No me molesto en recordar las causas de nuestra dolorosa separación, simplemente me alegra volver a ver unida a mi gran familia italiana, pronto estaré en Buenos Aires y me encantará verlos a todos, será un gran momento si se concreta, intentaré explicarle a mi hijo lo que NO tiene que hacer para separar a una familia, que la tolerancia es la primera actitud que debemos fomentar, que el dinero NO hace la felicidad, y la fama tampoco. Que la compañía sólo se consigue si estás dispuesto a DAR y que la vida, en definitiva, sólo se basa en intentar acumular buenos momentos, que los malos, lamentablemente, se presentan solitos desde siempre. Un gran saludo para toda la familia.


Por cierto, mi madre es la segunda comenzando por la derecha, sentada al lado de la niña, guapísima como sólo ella sabía serlo.

viernes, 18 de junio de 2010

Interminables


Interminables las miradas, las siento en el alma, con ellas me lo dices todo, sólo atino a bajar la mía, no las merezco, o sí, quién sabe. No sé si está bien o mal, tal vez mi hoy consista simplemente en dejarme llevar, alejarme de todo lo cercano sin temor a arriesgar, qué mas da. A veces no queda más opción que apelar a ese egoísmo en muchas ocasiones criticado pero en definitiva necesario para impedir que la mierda te toque. No quiero más mierda, he visto demasiada, quiero pasar a su lado indiferente y dejar que este optimismo repentino y sanador me lleve en sus brazos hacia lo desconocido. Hoy me apetece soñar que llevas mi te amo resonando en tus oídos y que mi felicidad crece un poco más observando la tuya. Imagino que mi desnudez llena tus ojos de deseo dibujando esa traviesa sonrisa en tu rostro, e iría más allá interpretándola, me encantaría pensar sólo por un momento, que no puedes vivir sin mi.

jueves, 10 de junio de 2010

Tarde


Se dedicó a recordar nítidamente aquellos meses, esos en los que su boca sabía a todo, en los que el tacto de su palma le transmitía mil voltios de placer, en los que todo se decía mejor sin palabras. Una etapa feliz en la que que no existieron mentiras ni verdades. Cuando comenzaron a expresarse con palabras descubrió otra realidad. Esa boca sabía besar maravillosamente, pero no dialogar, aquellos hermosos oídos no sabían escuchar, aquella preciosa cabeza que supuso llena de grandes y estupendas inquietudes no se correspondía con lo que había imaginado, todo era no, todo un error, evidentemente su olfato ya no era el mismo, su intuición le había fallado de la peor manera y ahora era tarde coño, se había enamorado.